Partiendo del Objetivo número seis “Agua Limpia y Saneamiento” que postula la Organización de la Naciones Unidas en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, y de acuerdo a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud, el agua debe cumplir dos características:
1. Ser saludable: es decir, libre de microorganismos, sustancias químicas, y peligros radiológicos que amenacen a la salud.
2. Ser aceptable: presentar un color, olor y sabor aceptable para el uso personal y doméstico.
Con lo anterior, puede entenderse que el agua limpia y segura para el consumo humano debe ser incolora, inodora e insípida, propiedades encontradas en la hidra tras el proceso de cloración.
En México, la Ley General de Salud, establece que el agua para el consumo humano debe dar cumplimiento a la NOM-127-SSA1-1994, la NOM-179-SSA1-2020 y la NOM 012-SSA1-1993, a fin de garantizar la calidad del vital líquido.
El proceso de cloración, resulta de una necesidad indiscutible para conservar el agua en condiciones de salubridad, es por ello, que el agua que se destina para el uso doméstico, comercial e industrial en Matehuala, se somete al suministro de hipoclorito de sodio al 13% inyectado directamente al acueducto, en el módulo de desinfección localizado en el municipio de Cedral, garantizando de esta forma la desinfección al 100% de este recurso.
Consecuentemente, se realiza un muestreo semanal empleando el uso de un equipo colorimétrico con reactivos DPD para verificar la presencia de cloro residual en el agua.