LA IMPORTANCIA DE LA CONSERVACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

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La desertificación y la sequía forman parte de los principales retos ambientales a los que nos enfrentamos, pero a menudo desconocemos su magnitud.
Bajo una jornada de actividades con motivo del mes de la cultura del agua, el Organismo Operador en coordinación con el departamento de cultura del agua, desarrolló actividades en el nivel Secundaria, considerado un buen segmento para los promotores del cuidado del agua. LA ESCUELA SECUNDARIA TÉCNICA NO. 78, que dirigir el Prof. José Pedroza Mendoza, Presento tan importante tema, donde los jóvenes expusieron sus trabajos y proyectos, encaminados a informar y concientizar sobre los problemas a los que nos enfrentamos si no actuamos de la mejor manera, pero en conjunto con los demás sectores, instituciones y gobierno para no llegar al caso de nuestro vecino estado de Nuevo León. Los alumnos presentaron la poesía haciendo referencia a su importancia y como debemos seguir conservando este preciado recurso, ya no más frases, más acciones actuaremos ya.
Mientras que la desertificación es un proceso de degradación ecológica en el que el suelo fértil pierde su potencial productivo como resultado de la destrucción de la cubierta vegetal, la erosión, la #sobreexplotación de acuíferos, la sobreirrigación, la salinización de las tierras o simplemente la falta de agua; por su parte, la sequía es considerada como una anomalía climatológica en la que la disponibilidad de agua está por debajo de lo habitual de una determinada área geográfica, no siendo el agua suficiente para abastecer a los seres vivos de su entorno.
El problema radica en la creciente brecha entre la demanda y la oferta del #agua que, propiciada por una #escasez hídrica debido factores climáticos como la irregularidad de las lluvias o el aumento de las temperaturas, hace que las poblaciones con alto déficit #hídrico solo tengan acceso a 1300 metros #cúbicos al año cuando para un bienestar humano básico se necesita un mínimo de 2000 (ONU). Un ejemplo de esta gran brecha se da en América Latina, cuya demanda de agua creció durante el siglo pasado el doble de lo que lo hizo la tasa de población.