El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 nos impulsa a proteger y utilizar de manera sostenible los océanos, mares y recursos marinos, vitales para la existencia humana y la vida en la Tierra. Nuestros mares y océanos cubren tres cuartas partes de la superficie terrestre y contienen el 97% del agua del planeta, actuando como el mayor sumidero de carbono y regulando el clima global. La contaminación marina, particularmente de plásticos, ha alcanzado niveles críticos con más de 17 millones de toneladas métricas contaminando nuestros mares en 2021, una cifra que se espera que aumente dramáticamente para 2040. Además, la acidificación de los océanos, que ha aumentado en un 30% desde la era preindustrial, amenaza la supervivencia de la vida marina y pone en peligro los servicios esenciales que estos ecosistemas ofrecen, como la seguridad alimentaria. Es urgente intensificar la conservación de nuestros océanos, incrementar la financiación para la ciencia oceánica, y cambiar nuestro rumbo para combatir el cambio climático. La protección eficaz de los océanos no es solo una responsabilidad ecológica, sino también una necesidad económica y social, pues dependen de ella industrias como la pesca y el turismo costero, que generan sustento para millones de personas alrededor del mundo. Este gran desafío requiere de acciones inmediatas para salvaguardar el mayor ecosistema del planeta y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones. ¡Es hora de actuar para proteger nuestra vida submarina!
