El acceso al agua limpia y al saneamiento es esencial para garantizar la salud, el bienestar y el desarrollo sostenible. Más de 2 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable segura, lo que evidencia la urgencia de actuar.
Disponer de agua de calidad y sistemas de saneamiento adecuados no solo reduce enfermedades, sino que también mejora la calidad de vida y protege los recursos hídricos para el futuro.
La disponibilidad, calidad y acceso a servicios de saneamiento son fundamentales para prevenir enfermedades, promover la equidad social y garantizar un futuro sostenible. Estos elementos aseguran un entorno saludable y protegen a las comunidades de los efectos de la contaminación del agua.