Cada 22 de abril conmemoramos el Día Internacional de la Tierra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad colectiva de proteger el planeta que habitamos. Hoy más que nunca, se vuelve crucial ante las amenazas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la explotación de los recursos naturales.
En muchas culturas ancestrales, la Tierra es reconocida como Madre Tierra, una figura femenina, integradora y protectora. Se le conoce con nombres como Nana Tonantzin, Pacha Mama o Madre Monte. Este concepto no solo implica respeto, sino una conexión profunda basada en el cuidado mutuo: aceptar que nuestra existencia depende de la naturaleza y que nuestras acciones afectan a todos los seres vivos, humanos y no humanos.
La visión ecosistémica nos recuerda que somos una parte más del entramado de la vida, y que nuestra cultura, sociedad y entorno están estrechamente ligados. Cuidar la Tierra es cuidar la vida.
