La agresividad mal manejada en los perros puede ser un riesgo para las personas, para otros animales y para él mismo. Además, tú eres responsable de tu lomito y lo que llegue a hacer. ¡Hay que prevenir! Aquí te decimos cómo.
Si tu peludo tiene conductas agresivas, lo más frecuente es que entres en negación. Es horrible enfrentarse al hecho de que tu mejor amigo es peligroso. Pero negarlo no va a resolver nada y solo hará que el problema crezca si no es atendido.
Echarle la culpa a la vecina que lo asusta con la escoba o a los niños de la cuadra que lo molestan tampoco va a solucionar el problema.
Claro que no está padre que lo asusten y molesten, pero no se trata de encontrar al culpable, sino la solución. Además de la tristeza y daño que puede generarte, no atender el asunto te puede meter en problemas legales.
Una vez que aceptes que tienes un problema, lo siguiente será evaluar los recursos con que cuentas para hacerle frente. Yo te podría decir que contrates un etólogo y psicólogos para toda la familia, además de medicamentos antiestrés y que no haga menos de tres horas al día de ejercicio.