- Durante la develación del monumento escultórico en honor a Graciano Sánchez Romo, el Mandatario Estatal, Ricardo Gallardo Cardona afirmó que se trabaja para reivindicar al municipio que ha sido tratado injustamente a lo largo de su historia por la herencia maldita
Con el apoyo del Gobernador de San Luis Potosí Ricardo Gallardo Cardona, las y los soledenses ya tienen un nuevo símbolo de identidad justo en la entrada monumental al municipio, luego de que este lunes el Mandatario Estatal develó el monumento escultórico en honor al profesor y heroe revolucionario Graciano Sánchez Romo, ejemplo de lucha y justicia social.
En un ambiente de alegría y entre aplausos de cientos de soledenses, el Gobernador, acompañado por funcionarios estatales, municipales y por la alcaldesa de Soledad de Graciano Sánchez, Leonor Noyola Cervantes, afirmó que tras más de 40 años de olvido por parte de la herencia maldita, el pueblo soledense nunca más estará solo, porque accederá a más y mejores obras, con las que tomará el lugar que merece en el desarrollo de San Luis Potosí.
«Soledad de Graciano Sánchez ha sido la cuna de diversas generaciones de personas trabajadoras que aportaron su esfuerzo, su talento y su creatividad al desarrollo de San Luis Potosí y de México», afirmó Gallardo Cardona a las entusiastas familias que acudieron a la develación; destacó que en reconocimiento a toda la gente trabajadora de Soledad de Graciano Sánchez, el Gobierno del Apoyo y el ayuntamiento, trabajan para transformar y llevar la modernidad a las más de 300 colonias y comunidades que conforman este municipio.
La efigie cuenta con cuatro metros de altura y 3.5 de longitud, con un peso aproximado de dos toneladas, fue realizada en la técnica metalúrgica de fundición de bronce a la cera perdida y se aprecia como un distintivo de identidad y orgullo para las y los soledenses, porque «reivindica no solo la memoria del coronel Graciano Sánchez Romo, también reivindica la identidades de todas y todos los habitantes de este municipio», finalizó el Gobernador.
