VISITANTES ADMIRAN EL MONUMENTAL ALTAR DE MUERTOS DE PALACIO DE GOBIERNO

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  • Familias potosinas, turistas nacionales y extranjeros recorren la ofrenda en honor a las mascotas

Un majestuoso puente cubierto de flores de cempasúchil, le ha dado la bienvenida a cientos de familias y turistas a la ofrenda monumental de Día de Muertos instalada en el Palacio de Gobierno de San Luis Potosí. Este año el altar fue creado en honor a las mascotas que han partido de este mundo terrenal; destacando que durante esta temporada también nos visitan estas ánimas que fueron integrantes importantes en los hogares potosinos.

Las y los estudiantes disfrutan estos días de asueto para visitar el altar, es el caso de Janeth y su hija Ariadna quienes quedaron encantadas ante la creativa ofrenda, indicaron que les gustó la temática de este año y que han logrado visitar altares de años pasados como el de artistas del cine de oro, leyendas de la lucha libre y ahora de las mascotas, «Venir aquí nos deja siempre algo significativo, es muy importante para los niños que vivan esta experiencia sobre nuestras tradiciones», expresó Janeth. 

Por su parte, la familia González acompañados de su mascota, un Xoloitzcuintle, apreciaron el altar de muertos, reconocieron el compromiso del Gobernador Ricardo Gallardo Cardona, por reconocer y tomar en cuenta a los animalitos, que han sido parte fundamental de las familias y deben de ser recordados. Explicaron que en el mes de septiembre perdieron a un perrito. “Estamos en duelo, lo recordamos con gran cariño; también nos parece excelente idea que hayan traído la celebración de Xantolo a la capital”.

El Gobierno del Estado invita a las y los potosinos a que visiten el altar monumental de lunes a domingo de 8:00 a 21:00 horas, en donde las y los asistentes tendrán la oportunidad de pegar la foto de su mascota en una mampara, además de apreciar la imagen del Xoloitzcuintle, perro de origen mexicano que para la mitología mexica, se creía que acompañaba a las almas de los difuntos cuando viajaban al Mictlán, el inframundo, por lo que se les sacrificaba y enterraba junto con los muertos a los que debían guiar.