Los Niños y las niñas que acompañan a sus padres a los terrenos de la Pulga sobre la calle Hidalgo, se divierten alegremente sin que su inocencia les indique el peligro que los rodea, al utilizar juegos infantiles que muestran grave deterioro.
Los columpios y resbaladillas donde juegan los infantes, no solo emiten rechinidos, también se muestran como fierro viejo, porque lucen descompuestos y oxidados, como señal de que nadie les ha puesto atención.
Hay algunos juegos que ya no se utilizan porque alguien optó por amarrarlos y quitarlos del alcance de los niños, pero esto solo disminuye un poco el peligro, porque los demás juegos de fierro están disponibles, para varios niños que arriban a este sitio los días domingos.
Hasta ahora, la suerte o los ángeles de la guarda han estado protegiendo a los niños y niñas de los juegos en mal estado, sin embargo, el riesgo de accidentes sigue latente, a menos que el municipio o los comerciantes los quiten o los arreglen.
