Un gigantesco pozo que se abrió en la comunidad de Santa Ana del municipio de Matehuala, se ha convertido en tiradero de basura y escombro, al que frecuentemente acuden camiones, camionetas u otros vehículos a depositar desechos que podrían incluir sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente.
Se trata de una superficie aproximada a una hectárea con casi 20 metros de profundidad, que se abrió cuando se extrajo tierra para construir el segundo carril de la carretera 57, el que desde hace tiempo se ha convertido en tiradero clandestino y el que al parecer es utilizado por vagos o drogadictos.
Ni las autoridades municipales ni la Jurisdicción Sanitaria de Matehuala han hecho algo para frenar la posible contaminación que se genera en ese pozo gigante, el que se considera un foco de infección.
Pese a que las autoridades ejidales de Santa Ana han colocado anuncios que prohíben tirar basura y escombro, al sitio siguen acudiendo personas inconscientes que depositan toda clase de desechos al aire libre y, según vecinos cercanos al lugar, es urgente que se tomen medidas de saneamiento.
