El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15 se centra en conservar la vida de los ecosistemas terrestres, promoviendo la protección, restauración y gestión sostenible de los bosques, luchando contra la desertificación y la pérdida de biodiversidad. Los ecosistemas terrestres no solo albergan más del 80% de todas las especies terrestres, sino que son cruciales para la economía global, contribuyendo a más de la mitad del PIB mundial. Sin embargo, enfrentamos una triple crisis de cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad, con más de 100 millones de hectáreas de tierra degradadas anualmente entre 2015 y 2019. La expansión agrícola es responsable de casi el 90% de la deforestación mundial, impactando directamente nuestros sistemas alimentarios y la biodiversidad. Esta deforestación no solo supone una pérdida de hábitat para innumerables especies, sino que también contribuye al aumento de las emisiones de carbono y agrava los efectos del cambio climático. Para enfrentar estos desafíos, el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica propone objetivos concretos para 2050 y metas para 2030, enfocándose en una relación más sostenible entre la humanidad y la naturaleza. Proteger nuestros bosques y ecosistemas terrestres es esencial no solo para la conservación de la biodiversidad, sino también para nuestra salud, ya que reduce el riesgo de enfermedades zoonóticas, que han causado pérdidas económicas millonarias y numerosas vidas humanas. Es momento de actuar con urgencia para proteger y restaurar los ecosistemas terrestres, garantizando un futuro sostenible para todas las formas de vida en nuestro planeta. ¡Tu apoyo es crucial para alcanzar este objetivo vital!
