Este refrán nos invita a reflexionar sobre la importancia de la tranquilidad mental. Al igual que el agua, nuestros pensamientos pueden agitarse con preocupaciones y estrés, dificultando la toma de decisiones. Pero si logramos serenarnos, como el agua en reposo, podremos ver con mayor claridad y tomar mejores elecciones.
El agua nos da una gran lección: su pureza y transparencia dependen de su equilibrio. Así también nuestra mente necesita descanso, reflexión y armonía para mantenerse clara y enfocada.
Por una vida en equilibrio, cuida tu mente y cuida el agua.