El Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 se centra en erradicar el hambre y garantizar que todas las personas, especialmente las más vulnerables, tengan acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes durante todo el año. Sin embargo, el hambre y la inseguridad alimentaria están aumentando a un ritmo alarmante, exacerbados por una combinación de conflictos, crisis climáticas, desigualdades y la pandemia. En 2022, 735 millones de personas sufrieron hambre crónica, y se proyecta que más de 600 millones seguirán enfrentándose al hambre en 2030. Además, 2400 millones de personas enfrentaron inseguridad alimentaria de moderada a grave, lo que significa que carecen de acceso a una alimentación adecuada. Estas cifras subrayan la urgencia de tomar acciones globales coordinadas para resolver este desafío humanitario. El hambre extrema no solo afecta a la salud y el bienestar de las personas, sino que también frena el desarrollo sostenible. Sin alimentos seguros y nutritivos, las personas se ven atrapadas en una trampa de pobreza de la que es difícil escapar, siendo más vulnerables a enfermedades y menos productivas, lo que limita sus oportunidades de mejorar sus vidas y medios de subsistencia
¡Únete a la causa!